Modelo de Consulta y de Formación

 Modelo de Consulta y de Formación

Su origen y evolución

Este modelo surge como una alternativa al modelo de Counseling en su función Orientadora en la educación. Es un termino que hace referencia a la actividad que realiza un profesional en la que proporciona asistencia especializada a otro (Hervas Avilés, 2006).

Patouillet (1957), es considerado el precursor de la consulta en el ámbito educativo, propugna que la consulta debe de ser llevada a cabo por un profesional de la orientación capaz de conseguir la colaboración de todas las personas responsables del desarrollo académico y personal del alumnado.

En 1970 Caplan en el campo de la salud mental; distingue 4 tipos de consulta: centrada en el cliente, centrada en el consultante (profesorado, familia), centrado en el programa y centrada en la organización.

En el último cuarto del siglo XX la consulta a adquirido un gran valor, no solo en el ámbito educativo, sino también en lo social.

Algunas Concepciones

Dinkmeyer, 1968. Es un proceso de ayuda mediante el cual profesores, padres, directores y otros adultos importantes en la vida de  los alumnos tratan entre si aspectos relacionados con ellos.

Escudero y Moreno, 1992. Proceso de prestación de ciertos servicios a las escuelas y los profesores por parte de determinados especialistas o expertos en diversos ámbitos disciplinares o programas específicos.

Erchul y Martens, 1997. La consulta es un proceso destinado a proporcionara servicios educativos y psicológicos. En el  especialista (consultor) trabaja en colaboración con el equipo directivo del centro para mejorar el aprendizaje y la adaptación a los estudiantes (clientes). Durante las interacciones, el consultor ayuda al consultante  a través de un proceso sistemático de resolución de problemas, influencia social y apoyo profesional. A su vez el consultante ayuda a los clientes a través de la selección y aplicación de intervenciones (de carácter remedial y preventivo) eficaces basadas en la escuela.

Características del Modelo

Hervas Avilés (2006, pág. 177).  Señala once características básicas del modelo.

-La consulta es un modelo relacional, pues incluye todas las características de la relación orientadora.

-Es un modelo que potencia la información y la formación de profesionales y para profesionales.

-Se basa en una relación simétrica entre personas o profesionales con estatus similares, en la que existe una aceptación y un respeto que favorece un trato de igualdad.

-Es una relación tríadica en la que intervienen tres tipos de agentes: consultor-consultante-cliente.

-La relación no solo puede establecerse con personas individuales, sino también con representantes de servicios, recursos y programas.

-Tiene como objetivo la ayuda a un tercero que puede ser una persona o un grupo.

-Afronta la relación desde diferentes enfoques: terapéutico, preventivo y de desarrollo. Con frecuencia suele iniciarse centrándose en un problema (remedial) para luego afrontar la consulta desde una perspectiva preventiva o de desarrollo con la intención de mejorar los contextos y las condiciones para que no se produzcan los problemas.

Áreas de Intervención

Según diferentes autores las áreas de intervención de este modelo son:

*Brown y Brown (1981)

 -Centrada en el cliente

 -Centrada en el consultante

 -Centrada en el programa

 -Centrada en la organización/estructura administrativa

*Bisquerra y Álvarez (1996)

 -Campo de la salud mental

 -campo de las organizaciones

 -Campo educativo

*Jiménez  Gámez y Porras Vallejo (1997)

 -Consulta en salud mental

 -Consulta conductista

 -Consulta organizativo-industrial o de proceso

 -Consulta en trabajo social o comunitario.

Enfoques en el modelo de Consulta y  de  Formación

Algunos enfoques de intervención

Enfoque de consulta basado en la salud mental

Este enfoque tiene su origen en la definición de Caplan sobre la consulta; el objetivo de este enfoque es que el consultante (profesor, tutor o tutora, familia) adquiera una nueva perspectiva del problema, que le permita llegar  a una mejora del mismo. Se centra en el cambio de actitud y su función es fundamentalmente terapéutica.

Enfoque Conductual

El fin de este enfoque es que el consultor capacite al consultante en las técnicas y principios conductuales de modificación de conducta. Se tiene una perspectiva terapéutica combinada con una preventiva y del desarrollo; esta centrada en los ambientes inmediatos al sujeto que recibe la ayuda (Hervas Avilés, 2006).

Enfoque educativo o psicoeducativo

Es el más utilizado por los orientadores; su finalidad es ayudar al consultante a conocer los obstáculos para mejorar la conducta del cliente, ayudarle a encontrar soluciones y ver nuevas alternativas. El profesional de la orientación se convierte en consultor y formador del profesorado, consultor y formador de padres y madres y consultor de la propia organización educativa.

Enfoque ecológico

Se aplica a entornos donde la función de consulta esta dirigida a promover el cambio, a mejorar las relaciones entre diferentes agentes educativos y de orientación, a aprovechar los recursos humanos del centro y del medio, así como la inserción de la acción educadora en el proceso educativo (Rodríguez Espinar y otros, 1993).

Fases de la Consulta

Según Sanz Oro (2001) las fases de consulta se dan en cuatro momentos.

Fase de Entrada. En esta se establece el diagnostico; se inicia una relación de colaboración y se evalúan los esfuerzos que hay que realizar `por medio de una relación simétrica donde se utilizan las habilidades como la empatía, autenticidad y respeto entre el consultor y el consultante.

Fase de Diagnostico. En esta se obtiene la información y datos; se define el problema y los factores relacionados con el mismo. Se da una relación de colaboración en la búsqueda de obtener la mayor comprensión y significado de los datos, es decir una claridad conceptual del problema, la adecuación de las metas establecidas, y la efectividad  de las intervenciones.

Fase de Ejecución. En esta se lleva a cabo el plan establecido en las fases anteriores, desarrollando mecanismos de autorregulación y planificación relacionados con: como, cuando, donde y que resultados esperamos obtener.

Fase de Salida. En esta el consultor y el consultante evalúan los resultados totales del proceso de consulta, reduciendo paulatinamente esta relación triádica hasta finalizarla, manteniendo una relación cordial de contacto.

El éxito del modelo de Consulta y Formación implica una adecuada formación inicial y permanente de los orientadores  y tutores, además de un cambio de actitudes en los agentes educativos, como son los tutores, profesores y equipos directivos, que han de comprometerse con la función orientadora y el papel que desempeña el orientador del centro.

Aplicación del Modelo de Intervención en un contexto escolar

A mi parecer este modelo de intervención lo aplicaría en la orientación hacia los padres de familia de los alumnos en la institución que laboro.

Existe una mecánica en la institución en la cual soy asesor de un grupo de alumnos y parte de la función es comunicar el grado de desempeño de los alumnos en los primeros dos parciales de todas las calificaciones de las materias que los alumnos llevan durante el semestre.  Se  realiza una junta donde  previamente se les manda un aviso para que asistan y estén enterados del desempeño escolar de sus hijos; en esta se tratan cuestiones generales de la institución y de los alumnos; se les indica la forma de calificar y se les explican las dudas que van surgiendo, los padres no están realmente enterados de cómo es el desempeño de los alumnos y como el cambio de grado puede modificar la manera de comportarse de sus hijos en el desempeño escolar; es posible el implementar la consulta como estrategia para que los padres se compenetren mas con las actividades y desempeño escolar de sus hijos por medio de la aplicación de este modelo.

Bibliografía:

Grañeras, Montserrat y Otros (2008). Orientación educativa: fundamentos teóricos, modelos institucionales y nuevas perspectivas. Ed. Secretaría General Técnica. España.

Velaz de Medrano Ureta, Consuelo. Orientación e Intervención Psicopedagógica. Modelos, Programas y Evaluación. Ediciones Aljibe. Málaga, 2002. Capitulo 2